domingo, 28 de agosto de 2016

28 DE AGOSTO

Hoy vamos a conocer otro de los grandes mercadillos de la ciudad, el de BRICK LANE.

Al salir de casa nos encontramos con ríos de gente que van hacia el Carnaval de Notting Hill, que empieza hoy.

Nos bajamos en la gran estación de LIVERPOOL STATION, pasamos por un pub del que habla Enric González en su libro, es el DIRTY DICK:
El Dirty Dick's es uno de los mejores pubs de la City. Y tiene una historia sórdida, no del todo inapropiada para la zona. El «sucio Dick» del rótulo era Nathaniel Bentley, un ferretero que vivió en el número 46 de Leadenhall Street. El día de su boda, con el banquete ya dispuesto, la novia murió repentinamente y Bentley, abrumado por el dolor, cerró la sala donde debía celebrarse el festejo para no abrirla nunca más. Los manjares del banquete se pudrieron y Bentley también: no volvió a lavarse o afeitarse y se dejó morir muy lentamente, rodeado de inmundicias y cadáveres de gatos. De ahí el apodo de Dirty Dick. Cuando el ferretero falleció, en 1819, convertido en una auténtica leyenda, el dueño de un pub de Bishopsgate compró la basura amontonada por Bentley y expuso en su establecimiento, rebautizado como Dirty Dick's, los restos del banquete y los cadáveres de los gatos. Charles Dickens vio muchas veces aquella miserable decoración y se inspiró en la tragedia de Dirty Dick para crear el personaje de Miss Haversham en Grandes esperanzas. La parafernalia del pobre Dick fue retirada en 1985, pero aún se exhibe en el pub algún gato momificado.



Atravesamos un mercadillo tipo Alcosa, y llegamos a una calle donde se celebra una boda hindú, todas las mujeres con sus preciosos saris en la puerta de un local.

Por fin llegamos. Brick Lane es una calle bastante larga con montones de puestos de cosas de segunda mano de todo tipo. Entramos en un local subterráneo donde hay muchísimos puestos. En uno de ellos encuentramos unos petos de ante ideales para Marta y Lucía, pero Rocío y yo también picamos y nos compramos unas gafas de sol.

Algunos puestos son estilo vintage, con cosas chulas. 
Otros te sorprenden por las cosas tan feas que tienen.

En el 181 de Brick Lane hay dos mercadillos:
-The Tea Rooms que es  más pequeño y tiene con cosas antiguas. 
-Backyard Market que es más grande y tiene cosas nuevas y actuales. 

En The Tea Rooms Rocío encuentra lo que lleva buscando todo el tiempo: su chaqueta para la boda de Mallorca. Era esa. La estaba esperando. Es un precioso abrigo de seda roja con bordados como un mantón de Manila.

En Backyard hay cosas más normales, unas de artesanía y otras de las que te encuentras en cualquier lugar.

Seguimos por toda la calle, disfrutando del espectáculo que supone ver gente tan variopinta. También entramos en la tienda Rockit para ver si Carlos encuentra algo.


Entrando en la Torre Truman está este mercadillo de comida. En la puerta había un chaval con el que Carlos y Miguel estuvieron hablando, era valenciano y hacía imitaciones de instrumentos.

Dentro encontramos comida mexicana, india y china que colocan en cajitas de cartón para tomar por la calle, el sitio es muy bonito, con una estructura industrial, muchas paredes de ladrillo y unos puestos con una comida, visualmente, muy atractiva.

Dentro hay mesas también, así que compramos lo que más nos apetece y nos sentamos tan ricamente.

Volvemos callejeando hacia la estación, y admirando los grafittis de las paredes y las pegatinas artísticas que hay pegadas en señales de tráfico y en algunos muros.


De alli vamos a la NATIONAL PORTRAIT GALLERY. Su colección está formada por retratos de personajes destacados de la historia; el edificio está construido justo detrás de la National Gallery. Fue fundada en 1856 con el espíritu victoriano del idealismo y la educación a través del ejemplo; el objetivo de la colección era reunir retratos de los grandes y poderosos de Gran Bretaña para que inspiraran a otros. La colección incluye fotografías y pinturas, además de caricaturas, dibujos y esculturas. No nos resulta demasiado interesante. Se ve que el espíritu victoriano no es lo nuestro.



Al salir nos metemos en la cripta de la iglesia ST. MARTIN IN THE FIELDS, que está justo enfrente. Es una iglesia anglicana del siglo XVIII, donde se celebran muchos conciertos. En la cripta, sobre las lápidas, hay un bar, donde nos tomamos un té. Es restaurante y sala de música a la vez, aunque en el pasado el sitio fue empleado como un refugio antiaéreo durante la 2ª guerra mundial.

De ahí a casa, a reposar.

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