Vamos a varias tiendas de charity, donde encuentras cosas muy baratas de ropa de marca. La que más nos gusta es TRAID, justo al lado de casa, en Westbourne grive, y allí compramos tantas cosas que tenemos que volver a casa a dejarlas.
Carlos y Miguel se van a un mercadillo tipo alcosa, donde le dijeron a Miguel que había unos zapatos que le gustan, y nosotras a la National Gallery a ver una exposición magnífica: Painter's Paintings, donde se exponen las colecciones privadas de muchos artistas como Van Dick, Matisse, Degas, Freud y otros británicos. Es curiosa porque se ve el tipo de pintura que le interesaba a cada uno.
Nos metemos en la tienda, que hay cosas preciosas. Y un panel donde metes la cabeza y te conviertes en girasol de Van Gogh. Por supuesto, hacemos el tonto y la ponemos.
De allí vamos hacia CHARING CROSS, a buscar "Las uvas de la ira" de Steinbeck en inglés, que me la ha encargado una amiga. Este paseo es obligatorio si eres un amante de la literatura y de los libros. Esta zona es famosa por sus tiendas de coleccionismo y sobre todo por sus librerías, y en ella está basada la novela de Helene Hanff "84 Charing Cross Road", que compraba libros de segunda mano desde los Estados Unidos. Este libro se adaptó en una película de 1987 protagonizada por Anne Bancroft y Anthony Hopkins y también en una serie y una radionovela de la BBC. En realidad, el 84 Charing Cross Road, situado justo al norte de Cambridge Circus, no ha sido una librería desde hace muchos años; su planta baja contiene actualmente un restaurante.
La calle no ha perdido el encanto bohemio y cultural que la forjó en décadas anteriores. Entramos en varias preguntando por el libro, que en inglés tiene un nombre impronunciable para nosotras "The grapes of wrath". ¡Pero lo encontramos al fin sin tener que preguntar ni nada! Hay estaba, en la S de Steinbeck y prácticamente nuevo.
Despues nos unimos a los hombres en una estación de metro, y vamos a otro traid que han visto en un barrio muy lejano, Paddington, aunque no nos gusta nada la ropa, y se nos hecha encima la hora de la comida. Volvemos en la parte alta de un autobús, asustándonos en cada curva, pero disfrutando de ver calles y barrios nuevos. Pasamos por la parte donde estuvimos viendo el carnaval.
Decidimos comer en casa y salir por la noche por Picadilly pero nos apalancamos y al final vamos a un pub cercano.